jueves, 4 de febrero de 2010

Rosas Blancas (en 200 palabras)

  Íbamos a cenar con tu familia, declarar nuestro secreto y formalizar nuestro pololeo de tres meses, con dieciséis años nos dijimos cuanto nos amábamos, con un ramo de rosas blancas en tus manos, pero mientras iba a tu casa con algunos regalos después del viaje de una semana con mi familia, vi como por aquella calle hacía tu casa se formaban autos con flores en su techo, el miedo me hizo tirar los regalos y correr a tu casa.
  Estabas arrodillada a los pies del ataúd de tu padre, él que tampoco nunca acepto nuestros encuentros secretos, me arrodille junto a ti, tu mirada baja soltaba penas y amarguras que llegaron a quebrarme, mi mano en tu hombro y dijistes vete, muy suavemente, como si en verdad no quisieras decirlo.
  Me acompañaste hasta la puerta, cerrando sin verme, pero cuando ibas al living el timbre volvió a sonar, regresaste a la puerta dispuesta a romper cualquier lazo conmigo por memoria a tu padre y al abrirla me encontraste a mí con un ramo de rosas blancas, las aceptaste y una lagrima callo por tus mejillas, nos volvimos a besar, como en la playa, pero ahora, un beso de amor.

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