Sensación fantasmagórica

  No sé si seré yo, pero siempre he sentido difuso el límite entre la realidad y lo que sucede en mi cabeza. Y no hablo de cuestiones metafóricas ni nada que se le parezca. Es una sensación de que lo percibido esta externo a mí, pero la única explicación racional es atribuirlo a la mente. Es como el déjà vu o el desdoblamiento, como si esto ya lo hubiera leído.

  Es verdad que siempre trataremos de explicar estos fenómenos para evitarnos el mal gusto de creernos locos, aún cuando la explicación termine siendo irracional y absurda. Como el déjà vu o el desdoblamiento, como si esto ya lo hubiera leído. Sin embargo, y como ya creó haberlo explicado, la sensación es tan real, tan tangible e invisible que termina siendo confuso como Dios o el aire.

  Sucede que explicaremos estos fenómenos aún cuando la explicación sea irracional y absurda. Como acusar de ser objeto del bullying de fantasmas, aún cuando mi vista se limita a ver gente no muerta.

  Y de ese modo, sentado en mi silla, culpare a los espíritus de merodear a mis espaldas, aún cuando mi vista se limite a lo que tenga adelante. Los incriminare de hacer ruido y alboroto a mis espaldas, aun cuando tengo audífonos. Y es tal vez eso lo que me hace pensar que podría ser algo en mi cabeza, pues de no existir una fuente para el ruido, este debería estar en mi mente, aun cuando la sensación es tan real, tan tangible e invisible que termina siendo confuso como Dios o el aire.

  Es tal vez esta confusión la que me da miedo. Pues el ruido cesa cuando me saco los audífonos, pero me obliga a colocármelos cuando este regresa.  De cierto modo, sí son fantasmas, por lo menos respecto a los miedos. Y es metafórico, aún cuando no de manera poética.

  Son fantasmas, por lo menos respecto a la sensación. Sientes que ronda en tú cabeza esta idea permanente de espíritus, impotente en lo intangibles para uno. Y es paranoia, aún cuando no de manera sicológica.

  No sé si seré yo, pero queremos evitarnos el mal gusto de creernos locos. Aún cuando termine sentado durante horas en la silla por miedo a voltear y empezar a creer en fantasmas.