miércoles, 16 de junio de 2010

Fabula 5

  Un sujeto tranquilo, racional, que más se podría  decir que avale más su labor de humano.
  Tal vez el único problema es su descontrol, sin embargo es cosa de calles:
  Era una de esas mañanas agobiantes en las que te preguntas mientras conduces -¿No hubo restricción vehicular o nadie le hace caso?
  El taco se extendía durante toda la avenida y todo por culpa de algunos que no sabían conducir.
  El sujeto sólo esperaba llegar a tiempo al trabajo, mas ya era tarde.
  Gritos iban y venían entre autos, y este fue su máximo exponente. Un soprano del garabato improvisado, un luchador de peso pesado.
  Claro que la gente era peleadora y se bajaban algunos a discutir con las pezuñas. Como un tipo de una camioneta (un rinoceronte) que cansado del horrible día sale del auto para enfrentarse con el protagonista.
  Este trato de partir, trato de esconderse, pero era inevitable el enfrentamiento.
  No doy detalles de la pelea ya que resulta obvio, pero luego de la golpiza el primer sujeto no volvió a gritar, no lo hace ni mucho menos cerca de un camión.
 
  MORALEJA: Aún que no ladre, muerde.

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