miércoles, 16 de junio de 2010

Fabula 3

  Aburrido del color de las paredes, el tipo tomo un tarro de pintura roja y colocó los diarios por toda la casa para no manchar el suelo.
  Al terminar tan agobiante labor, se tiró a la cama y con las uñas muñó su colchón. Se acomodo ronroneando sobre el scaldasonno y al cabo de minutos el suave sonido se volvió un ronquido de oso.
  Y de ese modo todos los periódicos dispuestos para no ensuciar, dejaron la casa, por aquella noche, como un chiquero. No había ni un lugar sin un trozo de papel.
  Al despertar por la mañana, el tipo arrastraba los pies (tal ves por el cansancio, sin embargo, cada paso empujaba los papeles esparciéndolos, de tal modo que luego de salir a comprar, ir al trabajo y pasear, los diarios se encontraban botados por toda la ciudad).
  Al llegar a su hogar aquella tarde la encontró como nueva. Las paredes secas y el piso despapelado.
  Pero la alegría no duro ni 5 minutos, ya que pronto se encontró con la policía en su puerta.
  Lo arrancaron de su nicho y el tipo se aferraba de garras y dientes. 5 años y un día en una jaula  por dejar toda la ciudad empapelada.

MORALEJA: No dejes viruta ni periódicos por todos lados.

0 comentarios:

Publicar un comentario