jueves, 19 de mayo de 2011

Silencio


  Resulta curiosa la conversación entre sordo mudas y no sólo por la voyerista situación en que me pongo al ser el espectador, sino por la naturalidad con que hablan.
  En mi bajo nivel de traducción pantomimica sólo era capaz de observar en un nivel empático, aun que igual me entretenia con lo comico que resultan algunos gestos que hacía una de ellas. Pero no era el único, pues una de las 3 jovenes que conformaban este grupo se reía de igual manera que yo.
  Sólo al enumerarlas me fije en aquella tercera muchacha que seguramente, por apariencia, era la menor de ellas. Aquella joven que no emitia gesto alguno se mostraba retraida. Y con la mirada concentrada en sus piernas donde descansaban timidamente sus manos.
  Un tiempo después, se levantaron las otras dos jóvenes en un intento de ir a otro lugar, pero la ya antes menciona aplaudió tratando de llamar la atención de ellas. De pronto, la corporalidad de todas cambio.
  Y entre lágrimas ella hacía gestos para nombrar a un profesor, luego sus manos bajaron de su rostro y se desplazaron por su cuerpo hasta llegar al entrepierna. Sus ojos expresaban gritos y sus piernas remordimiento. Impotencia. Cerradas en silencio.

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